Segunda entrega de Resacón en las Vegas en el que repiten tanto los actores (Bradley Cooper, Zach Galifianakis, Ed Helms y Justin Bartha entre otros) y el director (Todd Phillips).
Cuenta la historia de cuatro amigos que se reúnen para ir a la boda de uno de ellos (Ed Helms) en Tailandia. El problema es que a pesar de no celebrar una despedida de soltero esta vez, a diferencia de en Las Vegas, una noche, antes de la boda, deciden relajarse en la playa y tomarse unas cervezas. Al día siguiente despiertan en un hotel de mala muerte en medio de Bangkok con mucha resaca, un dedo cortado, un tatuaje en la cara y lo peor de todo, la desaparición del hermano de la novia, que había ido a la playa con ellos. Ahora deberán buscarlo por todo Bangkok y no será nada fácil.
Esta comedia repite todos los esquemas de su anterior entrega pero no deja se ser una comedia bien interpretada y rodada. Destaca el papel de Zach Galifianakis, en mi opinión, el más gracioso de todos que es el que hace que la película, a pesar de ser muy parecida a la anterior, no decaiga y mantenga buen ritmo de gracias. Aparece de nuevo del cameo de Mike Tyson y sale también Paul Giamatti, haciendo un pequeño papel. Si bien a veces llega a ser un poco absurda o incoherente, no pierde su calidad de película recomendable para divertirse un rato.
Nota: 7
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